La “scandinavian flick” o sacudida escandinava en
español, es una técnica de conducción empleada en competiciones
automovilísticas como los rallyes y el drifting (competiciones de derrape).
Es una de las técnicas de conducción más espectaculares, conocidas
y complicadas dentro del amplio abanico de técnicas, debido a que exige mucha
práctica, habilidad y experiencia.
Su origen se remonta a la década de 1960 en países
nórdicos como Finlandia o Noruega, donde los pilotos tenían ciertas
dificultades para abordar curvas muy cerradas debido a que los coches de la
época tenían el dispositivo del freno de mano en las ruedas delanteras, en vez
de en las traseras, lo que dificultaba derrapar en las horquillas de menor
radio, usando este recurso.
La técnica consiste básicamente en la transferencia de
pesos del vehículo, mediante giros bruscos, que posteriormente harán que el
coche pierda estabilidad y derrape a media velocidad. Por ejemplo:
Ante una curva de izquierdas, el coche se debe acercar
ligeramente al interior de la curva, posteriormente girar bruscamente hacia el
lado contrario de la curva (en este caso el derecho), y tras desestabilizarse,
girar con decisión hacia la curva. Así se provoca un sobreviraje que permitirá abordar la curva empleando la
potencia y la dirección. Si se complementa con el uso del freno de mano o el
freno con el pie izquierdo, el efecto es mucho más notable.
Es una técnica muy efectiva y que se puede realizar con
cualquier tipo de coche (con tracción a las cuatro ruedas, con tracción trasera
y con tracción delantera), puesto que no es necesaria demasiada potencia, ya
que lo que causa el derrape es la transferencia brusca de pesos. Al igual que
se puede practicar en cualquier tipo de
terreno, siendo más fácil en aquellos con poco agarre, como tierra o nieve, y
complicándose algo más en asfalto.
Colin McRae fue uno de los pilotos que más empleó esta
técnica en los tramos del Mundial de Rallyes, y posteriormente en los raids.
Un poco más cerca tenemos al lanzaroteño Yeray Lemes, que
supo emplear la sacudida escandinava en los tramos del Nacional de Rallyes,
ganando algunas décimas y a la vez, dando espectáculo a la afición que se
agolpaba.
Como hemos visto, es espectacular y según los pilotos,
divertida; pero también conlleva algunos riesgos:
Si el centro de gravedad del coche es muy alto, con la
transferencia de pesos, el coche puede acabar volcando.
Si no se tiene habilidad o se realiza una mala ejecución,
se puede producir en el mejor de los casos un trompo, pero también una pérdida
de trayectoria y posteriormente, un accidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario