lunes, 30 de mayo de 2016

PILOTOS DE PAGO EN F1



La actual crisis económica ha dañado a absolutamente todos los deportes, y al automovilismo no se libra de ello. Este es un deporte donde los recursos son obligatoriamente necesarios. Todos los equipos en la Fórmula 1 han notado esta situación, no tanto los equipos oficiales como Ferrari o Mercedes, pero sí aquellos equipos más pequeños o equipos privados. Estos dependen de patrocinadores y con la situación actual, pocas empresas se deciden a promocionarse en la Fórmula 1, por el coste de ese patrocinio y porque el campeonato no pasa por su mejor momento. Todos es una cadena, y esto nos lleva a la presencia de pilotos de pago en la Fórmula 1. Son pilotos adinerados que no destacaron por su talento en otras competiciones, pero que cuentan con un gran aval económico detrás, un gran patrocinador que le permite sentarse en un Fórmula 1. Están ahí por su dinero, aportan una ingente cantidad de capital al equipo, ellos corren y cumplen su sueño, y el equipo puede subsistir durante más tiempo. ¿Es bueno, o es malo?
Definitivamente, lo peor; ya que la parrilla se llenará de "pilotillos" que con poco o ningún  talento, le cierran las puertas a jóvenes que vienen desde categorías inferiores demostrando habilidad, formas y una buena proyección. Se habla que la aportación de un piloto de pago es de unos 50 millones de dólares por temporada, una cantidad prohibitiva, exagerada e inalcanzable para aquellos que quieran acceder al Gran Circo haciendo valer su talento por encima de su dinero. El nivel de la parrilla baja con esta situación, ya que si pagan por correr, significa que no pudieron acceder por su talento. Además, hace tiempo que la F1 pasó a ser un negocio, pero cada vez más se aprecia en ella un negocio. Tiempo atrás, la imagen que se tenía de la Fórmula 1 es que para estar ahí, necesitabas ser bueno, ser considerablemente bueno pilotando, y que sin esa velocidad, no serías capaz de nada. Ahora, es al contrario, si no tienes dinero, no tienes nada, y tu habilidad pasa a un segundo plano. 
Si en un equipo encontramos un piloto de pago y un piloto asalariado, es decir, que le pagan por competir y no tiene que poner dinero, el monoplaza más competitivo va a ir para el piloto de pago, ya que todo lo que se avance en el desarrollo del coche, realmente lo está pagando ese piloto, mientras que para su compañero de equipo, que sí destacó por su habilidad, se le deja el segundo coche, menos competitivo y no tan desarrollado. 
Algo debe cambiar, sabemos que la situación económica actual obliga a que se den estos casos, pero se ha de buscar la forma de que se promocione más el talento, y se deje de lado la cuestión económica. Hay que pensar más en valorar lo que eres y no lo que tienes. 

PASIÓN POR LA COMPETICIÓN


Cada competición automovilística supone un reto, un desafío, un esfuerzo a todos los pilotos, muchos sacrificios para poder correr. Eso es lo realmente bonito de las carreras, ver aficionados y gente de a pie compitiendo, que hace múltiples esfuerzos y sacrificios por salir a correr un día, que invierten mucho dinero en tener un coche de carreras, que hacen todo lo que pueden y más por disfrutar de un hobby costoso, sacrificado y muy difícil de mantener. Por otra parte, también vemos a las marcas desembolsar mucho dinero para ganar, con coches muy bien pensados y bastante espectaculares. El aficionado disfruta considerablemente de estos últimos, los consideramos los mejores, pero tampoco nos olvidamos del espíritu amateur, de aficionados como nosotros que impulsados por la ilusión y el gusto por las carreras, deciden embarcarse en la aventura de competir. Verlos en carrera no está nada mal. Cierto es que no arriesgan demasiado, no van al límite para ganar, pero suelen intentar agradar al público con unas trazadas más o menos espectaculares. Los verdaderos apasionados del motor, los aficionados entusiastas preparan y consiguen automóviles que no pasan por su mejor momento, los desmontan, los preparan, los evolucionan, hacen de ellos auténticas bellezas mecánicas, los modifican...da gusto verlos correr, y más si se construyen bien, si se cuidan detalles, si se emplean piezas mecánicas correctas...eso es lo bonito de las carreras.Los ves competir y se nota que en cuatro ruedas se concentra el trabajo y el sacrificio de mucho tiempo, que aprecian y cuidan, ya que ven el coche como un fin, no como un medio.  Ese tipo de aficionados es el mejor. Se esfuerzan por los coches, por competir, demuestran gusto y pasión por los coches,
ilusión por un hobby complicado, pero que intentan disfrutar bajo sus posibilidades. Sin ellos, sin los equipos modestos no se celebrarían competiciones, ya que representan un 90% de las listas de inscritos, con los diez o quince equipos punteros no se hace un rally, pero con sesenta equipos modestos, sí. La afición es la base de este deporte, es lo que se debe cuidar,  hacerle la vida más fácil desde las federaciones, valorar su labor y su importancia en  el automovilismo canario actual. Todo piloto puntero, empieza siendo modesto, y esto nos muestra la verdadera importancia de cada uno de los inscritos en una competición automovilística. La ilusión, la pasión, el gusto por los coches, los objetivos son la base de este
deporte, y ahí empieza todo.