La actual crisis económica ha dañado a absolutamente todos los deportes, y al automovilismo no se libra de ello. Este es un deporte donde los recursos son obligatoriamente necesarios. Todos los equipos en la Fórmula 1 han notado esta situación, no tanto los equipos oficiales como Ferrari o Mercedes, pero sí aquellos equipos más pequeños o equipos privados. Estos dependen de patrocinadores y con la situación actual, pocas empresas se deciden a promocionarse en la Fórmula 1, por el coste de ese patrocinio y porque el campeonato no pasa por su mejor momento. Todos es una cadena, y esto nos lleva a la presencia de pilotos de pago en la Fórmula 1. Son pilotos adinerados que no destacaron por su talento en otras competiciones, pero que cuentan con un gran aval económico detrás, un gran patrocinador que le permite sentarse en un Fórmula 1. Están ahí por su dinero, aportan una ingente cantidad de capital al equipo, ellos corren y cumplen su sueño, y el equipo puede subsistir durante más tiempo. ¿Es bueno, o es malo?
Definitivamente, lo peor; ya que la parrilla se llenará de "pilotillos" que con poco o ningún talento, le cierran las puertas a jóvenes que vienen desde categorías inferiores demostrando habilidad, formas y una buena proyección. Se habla que la aportación de un piloto de pago es de unos 50 millones de dólares por temporada, una cantidad prohibitiva, exagerada e inalcanzable para aquellos que quieran acceder al Gran Circo haciendo valer su talento por encima de su dinero. El nivel de la parrilla baja con esta situación, ya que si pagan por correr, significa que no pudieron acceder por su talento. Además, hace tiempo que la F1 pasó a ser un negocio, pero cada vez más se aprecia en ella un negocio. Tiempo atrás, la imagen que se tenía de la Fórmula 1 es que para estar ahí, necesitabas ser bueno, ser considerablemente bueno pilotando, y que sin esa velocidad, no serías capaz de nada. Ahora, es al contrario, si no tienes dinero, no tienes nada, y tu habilidad pasa a un segundo plano.
Si en un equipo encontramos un piloto de pago y un piloto asalariado, es decir, que le pagan por competir y no tiene que poner dinero, el monoplaza más competitivo va a ir para el piloto de pago, ya que todo lo que se avance en el desarrollo del coche, realmente lo está pagando ese piloto, mientras que para su compañero de equipo, que sí destacó por su habilidad, se le deja el segundo coche, menos competitivo y no tan desarrollado.
Algo debe cambiar, sabemos que la situación económica actual obliga a que se den estos casos, pero se ha de buscar la forma de que se promocione más el talento, y se deje de lado la cuestión económica. Hay que pensar más en valorar lo que eres y no lo que tienes.