Temporada 2015: cuatro Porsche's se disputaban las cuatro primeras posiciones de cada rally, consiguiendo el récord de que todas las pruebas del campeonato fueron ganadas por un modelo de la marca de Stuttgart. Y la clasificación final siguió esta tendencia: 1º Porsche, 2º Porsche, 3º Mitsubishi, 4º Porsche.
Esta supremacía se debe a su competitividad, su relativo bajo costo económico y su espectacularidad, respecto a los R5, que son mucho más caros y priori, menos competitivos.
De cara al piloto son bastante difíciles de conducir, ya que tienen un reparto del peso un tanto particular. El motor se encuentra en la parte trasera, al igual que la tracción. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, su principal ventaja es que en aceleración, el motor presiona las ruedas contra el asfalto, evitando que patine en exceso y se pierda tiempo. Su inconveniente, que al estar todo el peso atrás, la parte delantera se queda "suelta", y al pilotar da la sensación de flotabilidad.
El Porsche donde realmente desarrolla todo su potencial es en los tramos anchos, de buen firme y rápidos, similares a un circuito, ya que la categoría de los Porsche y los GT en general, proceden de los circuitos. Donde más sufren es en los tramos sucios, con firme estropeado, estrechos y con el asfalto húmedo. Son coches potentes con los cuales, en algún momento va a ser necesario contravolantear, ya que suelen deslizar desde que se acelera considerablemente.
Son motores nerviosos (de muchas revoluciones) de 420-450 CV (dependiendo del año del modelo), de seis cilindros tipo bóxer con sistema de inyección de combustible. Emplean gasolina de a partir de 100 octanos. La potencia se entrega a las ruedas traseras mediante una caja secuencial de seis velocidades y un embrague de cuatro discos.
La suspensión es una adaptación a rallyes de la suspensión de los Porsche 911 GT3 RS Cup de circuitos, muy trabajada y bastante más evolucionada que los GT del Mundial de Rallyes.
La potencia, principal ventaja de los Porsche.
De cara al aficionado, es una gozada verlos competir. Su sonido metálico e infinito, la propulsión, las derrapadas y ver a los pilotos luchar por intentar llevar el coche por donde quieren, es verdaderamente espectacular. Verlos entrar a una horquilla, tirar del freno de mano y mantenerlo cruzado toda la curva con el motor alcanzando el máximo de revoluciones, es una experiencia embriagadora y verdaderamente increíble.
Son coches competitivos, en buenas manos se pueden llevar en cualquier terreno, son baratos, cuestan de 80.000 a 100.000 euros y el mantenimiento es mínimo, ya que la mayoría de los componentes son de producción. Su espectacularidad los hacen los favoritos de los aficionados.
Mi opinión personal es que los Porsche es el modelo de coche de rallyes ideal, son coches exóticos, con motores extremadamente sonoros, tracción trasera, difíciles de conducir, potentes y con los que debes ir controlando el sobreviraje y el gas. Sin duda, la FIA debería tomar ejemplo de los Porsche, para los nuevos WRC de 2017 y hacerlos muy competitivos evitando gastar millones y millones de euros.
¡GAAAAAAS!
Un vídeo vale más que 1000 imágenes, y D10M clips nos lo demuestra:
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