Ken Block no deja indiferente a nadie. Desde que subió por primera vez a un coche de carreras, ha disfrutado y ha hecho disfrutar a miles de fans con sus famosas "gymkhanas", recorridos preparados y construidos con numerosos obstáculos y curvas donde derrapar a base de freno de mano, es la mejor forma de abordarlas. Ha evolucionado estas actuaciones, que emplea para promocionar las zapatillas DC, producto de su propia empresa. Empezando por una pista de aterrizaje abandonada hasta las lujosas calles de Dubai. Su talento para divertir y dar espectáculo es su principal arma, junto con un gran montaje de imágenes y una potente campaña de marketing. Como piloto, ha quedado demostrado que no es del todo competitivo, un 7º puesto fue su mejor resultado en el Mundial de Rallyes, y cada vez que compite, cosecha resultados muy discretos, a pesar del gran apoyo recibido por sus patrocinadores. Actualmente, compite en Global Rallycross, donde se ha mostrado mucho más competitivo. Pero por lo que realmente es conocido y donde verdaderamente disfruta es explotando su faceta de "showman". Con la colaboración de Ford (marca que sigue fielmente), se ha hecho y ha fabricado coches únicos, potentes y construidos exclusivamente para él, perfectos para derrapar, hacer trompos y múltiples piruetas. Poseedor de estos coches, no duda en dejarlos ver en vídeos que reciben millones de visualizaciones y comentarios. También hay un sector de la afición que lo considera un "pilotillo" que "sólo sabe hacer trompos", pero a mí, personalmente, lo que hace Block no me parece nada mal. Puede permitirse disfrutar de su pasión, y además muestra a todo el mundo su filosofía de deporte de motor. Lo que sí es cierto es que tiene habilidad para derrapar y controlar el coche en largas cruzadas, ayudándose eso sí, de coches 4x4, mostrándose algo más escéptico con los de propulsión. Les dejamos con su última gymkhana:
Ha quedado demostrado tras las dos primeras pruebas del Campeonato de España de Rallyes. Cristian García y el Mitsubishi se han convertido en el binomio más competitivo. Dos rallyes ganados de dos rallyes disputados. Superiores a los ya no competitivos Porsche y a los emergentes R5 , se muestran como los principales favoritos para ganar el CERA. Cristian García ha hecho valer su talento, y aprovechando el potencial del Mitsubishi, ha derrotado a sus rivales y ha dado un golpe sobre la mesa, para adjudicarse dos pruebas consecutivas. Sin dejar de lado el talento de García, es cierto que esta situación se ha dado, gracias al reglamento. El EVO ha sido evolucionado durante estos años, pero no ha llegado a ser lo suficientemente competitivo, puesto que siempre ha habido un coche superior. En 2013 el Mni John Cooper Works WRC era el rival a batir y en 2014 y en 2015, los Porsche 2010 se mostraron insuperables. Durante estos años se han añadido mejoras, que han pasado desapercibidas debido a que estas mejoras no quedaban reflejadas en los tramos, en comparación con los demás coches. Los WRC se prohibieron al final de la temporada 2013, los Porsche 2008 y 2010 han visto reducidas sus prestaciones mediante una brida restrictora de aire y los R5 no terminan de cuajar debido a su alto coste, ¿quién nos queda? El EVO, la sorpresa de la temporada. Ahora esas mejoras si se han visto reflejadas en los tramos, y se ha convertido en el coche a batir. Con su buen par, impresionante potencia y buena tracción, se ha mostrado muy competitivo. Poco queda ya del Mitsubishi que se estrenó como un grupo N (coches sin modificación), puesto que la brida del turbo ha aumentado a 36 mm, el peso ha bajado a 1300 kg, se ha implementado una caja secuencial y frenos más grandes. El resultado son 350 CV, y un alto rendimiento en rallyes. Ha sido la sorpresa de la temporada, y nadie duda a día de hoy, de que es el más competitivo. Esto hará que la presencia de estos coches aumente, debido a la presencia de preparadores especialistas de la firma de los tres diamantes, como RMC. En la Federación Española buscaban la presencia de los R5 y la extinción de los Porsche, pero han dado con un campeón muy alejado a cualquier R5, por lo tanto, no tardarán en limitar este tipo de coches. Una prueba más de la incertidumbre y los errores de una Federación que con tanto bandazo reglamentario, llevará al automovilismo nacional a uno de sus peores momentos.